No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros.
jueves, 13 de marzo de 2008
Este tipo es una mina. Luisa Valenzuela
Publicado por edilberto aldan en 11:03
Etiquetas: Antología, Luisa Valenzuela
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